Cómo purgar los frenos de un auto, es una de las tareas más importantes del mantenimiento automotriz. Si tus frenos se sienten esponjosos, el pedal baja demasiado o el coche no frena como antes, es posible que haya aire en el sistema de frenos. Este problema puede afectar directamente la seguridad, por lo que aprender a purgarlos correctamente es esencial para cualquier conductor.
En esta guía te explicaremos qué es purgar los frenos de un coche, por qué se debe hacer, cada cuánto tiempo y cómo hacerlo paso a paso, incluso si no eres mecánico profesional.
¿Qué significa purgar los frenos?
Purgar los frenos significa eliminar el aire atrapado dentro del sistema hidráulico de frenos. Cuando hay aire en las líneas, la presión que ejerces en el pedal no se transmite correctamente al líquido de frenos, reduciendo la eficacia del frenado.
El sistema de frenos funciona con líquido hidráulico, el cual no debe contener burbujas de aire. El aire se comprime con facilidad, y esto provoca que el pedal se sienta esponjoso o que haya una respuesta tardía al frenar.
¿Cuándo es necesario purgar los frenos?
El purgado de frenos no es una tarea que se deba hacer cada mes, pero sí es importante realizarlo en ciertas situaciones específicas:
- Cada 2 años o 40 000 kilómetros: el líquido de frenos se degrada con el tiempo.
- Después de reemplazar el líquido de frenos.
- Cuando se cambian las pastillas o los discos.
- Si el pedal de freno se siente blando o baja demasiado.
- Tras reparar una fuga en el sistema hidráulico.
Si notas que el freno no responde de inmediato o escuchas ruidos al presionar el pedal, es momento de purgar los frenos.
Herramientas necesarias para purgar los frenos.
Antes de empezar, asegúrate de tener todo lo que necesitas.
Materiales básicos:
- Llave para purgadores (normalmente 8 mm o 10 mm).
- Recipiente o botella transparente.
- Manguera de silicona.
- Líquido de frenos nuevo (ver especificación DOT en el tapón del depósito).
- Ayudante (opcional, pero recomendado).
- Gafas y guantes de protección.
Cómo purgar frenos paso a paso.
⚠️ Importante: el procedimiento puede variar ligeramente según el tipo de vehículo, pero la lógica del sistema hidráulico es la misma para la mayoría de los autos.
1. Localiza el depósito del líquido de frenos.
Abre el capó y busca el depósito del líquido de frenos, normalmente ubicado cerca del cortafuegos, sobre el cilindro maestro. Limpia la tapa antes de abrirla para evitar que entre suciedad.
2. Llena el depósito.
Asegúrate de que el depósito esté lleno hasta la marca “MAX”. Si el nivel está bajo, agrega líquido de frenos nuevo (verifica el tipo recomendado: DOT 3, DOT 4 o DOT 5.1).
3. Identifica el orden correcto de purgado.
El orden de purgado depende del diseño del sistema. Generalmente se recomienda empezar por la rueda más alejada del cilindro maestro y terminar con la más cercana:
- Trasera derecha
- Trasera izquierda
- Delantera derecha
- Delantera izquierda
Consulta el manual de tu vehículo para confirmar el orden exacto.
4. Conecta la manguera al purgador.
Coloca una manguera de silicona en el tornillo purgador (ubicado detrás del cáliper o del cilindro de rueda). El otro extremo debe ir dentro de un recipiente con un poco de líquido de frenos para evitar que entre aire nuevamente.
5. Presiona el pedal de freno (con ayuda de otra persona).
Pide a un ayudante que pise el pedal del freno varias veces y lo mantenga presionado. Mientras tanto, abre ligeramente el tornillo purgador. Verás salir líquido junto con burbujas de aire por la manguera.
Cuando el flujo de líquido sea constante y sin burbujas, cierra el purgador y luego indica a tu ayudante que suelte el pedal.
6. Repite el proceso en cada rueda.
Haz el mismo procedimiento en el resto de las ruedas, siguiendo el orden de purgado correcto. Asegúrate de revisar y rellenar el depósito del líquido de frenos constantemente. Nunca lo dejes vaciarse, ya que se introduciría aire al sistema.
7. Verifica el pedal de freno.
Una vez terminado el purgado, pisa el pedal varias veces. Debería sentirse firme y responder inmediatamente. Si todavía está esponjoso, repite el proceso en una o más ruedas.
Tipos de purgado de frenos.
Existen varios métodos para purgar los frenos. Los más comunes son:
- Purgado manual: se hace con ayuda de otra persona (como en el paso a paso anterior).
- Purgado por gravedad: se deja salir el líquido por su propio peso. Es más lento, pero no requiere ayudante.
- Purgado con bomba de vacío: utiliza una herramienta especial que succiona el aire y el líquido viejo.
- Purgado a presión: común en talleres, utiliza una máquina que introduce líquido nuevo bajo presión.
Consejos útiles para purgar los frenos correctamente.
- Usa únicamente el tipo de líquido de frenos recomendado por el fabricante.
- Nunca reutilices el líquido viejo.
- No mezcles diferentes tipos de líquido (por ejemplo, DOT 3 con DOT 5).
- Limpia bien los purgadores después del proceso.
- Aprovecha para revisar las mangueras, pastillas y discos.
- Desecha el líquido usado de forma segura, en centros de reciclaje o talleres.
Beneficios de purgar los frenos regularmente.
Un buen purgado no solo mejora la seguridad, sino también el rendimiento general del sistema de frenos:
✅ Pedal firme y con mejor respuesta.
✅ Mayor precisión al frenar.
✅ Evita la corrosión interna del sistema hidráulico.
✅ Reduce el riesgo de fallas o sobrecalentamiento.
✅ Prolonga la vida útil del líquido de frenos y los componentes.
Errores comunes al purgar los frenos.
- No mantener lleno el depósito → provoca entrada de aire al sistema.
- Aflojar demasiado el purgador → puede permitir que entre aire.
- Usar líquido incorrecto o viejo.
- No respetar el orden de purgado.
- No limpiar el área antes de abrir el sistema.
Evitar estos errores es clave para lograr un sistema de frenos eficiente y seguro.
Saber cómo purgar los frenos es una habilidad muy útil para cualquier conductor que quiera mantener su vehículo en óptimas condiciones. Aunque puede parecer una tarea técnica, con las herramientas adecuadas y siguiendo los pasos correctos, es posible hacerlo en casa y ahorrar una visita al taller.
Recuerda que unos frenos bien purgados no solo ofrecen mayor seguridad, sino también una conducción más suave, precisa y confiable.
Si notas cualquier cambio en la respuesta del pedal o pérdida de líquido, no lo ignores: ¡es momento de revisar y purgar tus frenos!
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